A pesar del paso de los días, algo no deja de impresionarme. Memo trae alegría, demasiada. Niño de ojos ávidos de flores y tenis colgados en los cables, cada vez que está conmigo me recuerda la entrada de la primavera. Sus abrazos reconfortan y su voz anima los días. Pero también me recuerda qué triste es disfrutar de su compañía completamente solo.