Tuesday, May 26, 2020


Puedo pensar en muchas cosas, desde las más raras hasta las más decentes. Todas tienen el mismo tono: tu risa de cascada.

Representaríamos tragedias cada tercer día. Comedias a diario. Alguna novela histórica de vez en cuando y las escenas griegas para ocasiones especiales. Alentaría la risa para tus labios, siempre, todos los días. Volvería una y mil veces a viajar contigo bajo un paraguas mientras los demás rodean, con asombradas miradas, a un par de bobos felices.

Te escapaste del tiempo aún con el esfuerzo desmedido que con todas mis fuerzas, forzando a cada noche a que nunca día, intenté -debes creerme: hasta las lágrimas-, con todas las fuerzas de mi corazón, de mi mente y mi cuerpo -yunque inmóvil tu silueta- hasta que inútil fue la fuerza y la palabra y la travesía.

Pero me lo regresas a ratos. A fragmentos desmedidos, más grandes que mis fuerzas todas, enteras. Más limpio, más estrella cada día. A través del camino que no se detiene nunca, te tiendo la mano. El mundo es más fresco cuando la tomas. El mundo es más fácil. Se diluye.

En fragmentos informes te dejo mis palabras. Únelas a capricho, rómpelas. Regrésalas a mí santificadas.

(Si alguien más hubiera disfrutado la risa alegre del Principito, confundiría la tuya, como yo cuando miro las estrellas)

Sunday, May 03, 2020

Desde que te fuiste a Nueva York, todo lo demás lugares perdieron sentido. No era el país lo que importaba, eras tú quien, como imán, me hacía soñar con el país donde vivías. Ahora, no sé con qué lugar soñar. Estoy perdido.

Friday, May 01, 2020

Bitácora del capitán. Día 59.
(Donde el capitán sueña)


En el sueño del capitán, está la Matrix. Todas las historias comienzan allí. Todos los caminos allí nacen. Hay un café de los sesentas donde un joven busca a una chica. Los que van a ser no saben que allí comienzan, creen en un pasado que no tienen y van hacia un futuro fabricado. Hay una autopista en continua construcción. Una catedral donde se juntan todas las creencias, todos los ritos y todos los sacrificios. Y el joven inicia el cortejo todos los días. Ella sutilmente lo rechaza, pero lo acerca. Le permite oler su perfume. Por allí pasan todos los autos mientras una viejecita se pregunta cómo cruzar la calle. Allí comienzan los insultos y las maldiciones. Allí él le pide a ella quedarse para siempre. Allí ella dejará que le dé un beso y saldrá corriendo. Y mañana volverán desde el principio. Y él será el mismo y ella otra. El sueño del capitán está al inicio de la Matrix. Más allá no hay nada. Y hacia el otro lado todo existe. Y allí, en ese café de los sesenta, ella y él se encuentran siempre y no se alcanzan.
El capitán de la nave sabe y no comprende. Y durmiendo sueña que no duerme.