La fui desnudando poco a poco. Su resistencia inicial fue cediendo y con cada caricia la despojaba de sus prendas. Por fin su piel quedó al descubierto y todo mi cuerpo la atrapó, envolviéndola. Fui su ropaje todo ese tiempo.
La penetré cuando amanecía, después de haber hecho el amor toda la noche.
10 comments:
Después de unas merecidas vacaciones vuelvo a escribir. Gracias a todos los que me escribieron en el post pasado. Ya ven, de lo escatológico a lo erótico hay sólo un post.
Que divino! Me dejaste con piel erizada de emoción...hacer el amor...hace falta, tal vez no habrían tantas guerras, no crees?!
Qué rico tomarse el tiempo... Hay muchas formas de hacer el amor...
Tan sencillo que es y tan difícil que se nos hace el disfrutarlo sin culpas.
Saludos.
hey. me ha gustao mucho esto. es la primera vez que entro a este blog. saludos desde acá.
yiara: lo paradójico es que en la situación en que me encuentro parece más fácil eso de la guerra. Un abrazo.
cristibel: En verdad que tomarse el tiempo tiene su recompensa. Nada más que no sea mucho, luego se duermen.
anónima: quien esté libre de culpa, no sabe lo que se ha perdido.
xavier: bienvenido. Saludos desde aquí.
Hermoso pensamiento me viene, si tuviera al amado enfrente le diría: fue un placer robarte por la noche, para hacerte el amor.
Robarnos, y hacernos tanto amor...
Un beso,
Dra.P.
¡Este es un texto perfecto!
Saludos y disculpas por no haber pasado hace rato
Dra. P: Es una imagen compartida, que sigue manteniendo la condicional: si... Ojalá un día ya no exista la condición.
Oscar: Me alegra verte de nuevo por estos lares, y agradezco tu comentario. Las disculpas salen sobrando.
GUAU! Precisas palabras para ese instante en que el amor nos gana....
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