Es tarde y mi corazón te espera.
Pasa, en la sala brillan los cuadros de Picasso,
el café sobre la mesa ha manchado el mantel
y mis dedos aguardan ordenados.
Las horas pasan por mi cuerpo y se marchitan,
tan larga es la espera, tan rabiosa.
Pero si llegas bailaremos hasta dormirnos,
la cama está dispuesta
y sé no habrá lugar que no nos guarde.
Es tarde y mi corazón presiente.
Quiero que pases a mi casa
ven, descansa sobre mis brazos,
mujer presencia de todo pecado.
Aquí lloramos, la fuente sabe,
y es su murmullo un eco ausente, desvanecido.
Es tarde y te espero. No tardes.
Que se vuelve triste todo,
seco y frío todo,
presenciando tu ausencia.
2 comments:
Aprovecho el aplauso al presente poema, para pedirte que publiques, aunque sea en partes, ese primer texto que mereció mi primera ovación a tu obra: la séptima piedra y yo, o algo así se llamaba.
Saludos
Precisamente hace un par de días estaba pensando en publicarlo, la sintonía es impresionante. Así que va, ya sale en el siguiente post.
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