Tuesday, September 09, 2014
Reflexión nocturna 1
Con el tiempo uno entiende lo poco que las cosas pueden entenderse. Los sucesos que en la mente resucitan, consecutivamente a saltos, a ratos rotos, se desprenden como hebras de una cuerda construida con tan poco esfuerzo y en tantísimo tiempo. Y esas hebras se extienden como telarañas invadiendo los ojos, los poros de la vista se saturan y cada hebra conduce a otra hebra y a otra y a otra. El presente parece que sangra las heridas de esas hebras. Me dirás: es el pasado el que sangra. Pero te equivocarás de nuevo. Mis ojos son una estampa del pasado mirando a través de la monotonía del presente. Si camino miope, es culpa del pasado.
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